PROGRAMACIÓN
DOCENTE.
EVALUACIÓN.
El proceso de evaluación debe permitirnos medir el nivel de conocimientos alcanzado por los alumnos, así como servir de instrumento de autocrítica acerca de la labor del profesor, y de mecanismo de control de la eficacia de la programación docente.
En cuanto a la evaluación del alumnado, el intentar conocer el nivel real de conocimientos alcanzado con un número de alumnos tan elevado, nos lleva a proponer un tipo de evaluación intermedia entre la continua y la acumulativa, estableciendo una prueba al finalizar cada uno de los dos cuatrimestres en que se estructura la materia, que complementadas con los trabajos prácticos del alumno a lo largo del curso, nos permitan juzgar sus conocimientos con un mayor número de datos. Esta evaluación se realizará sobre los conocimientos teóricos y prácticos, con unos criterios que se explican a los alumnos desde el principio del curso, y que se revisarán a fin de actualizar su adecuación a los objetivos.
Otros instrumentos que proponemos y que nos facilitan la labor de conocimiento y control de nuestro alumnado son:
1.- Una ficha, que permite el registro ordenado de toda una serie de datos de interés del alumno.
2.- Un pequeño cuestionario y prueba de nivel, que realizado el primer día de clase, nos proporciona importantes datos acerca de la situación real, en la que debemos ejercer la docencia.
3.- Y una planilla general de los alumnos del curso, donde poder ir reflejando el nivel de desarrollo de las prácticas, así como las distintas calificaciones de los controles teóricos y prácticos, que nos permita valorar de forma objetiva la evolución del alumno y su calificación final.
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Asimismo proponemos realizar el control de los conocimientos teóricos mediante pruebas escrito-gráficas principalmente, reservándose la prueba oral sólo para casos muy particulares. Igualmente para la evaluación de los conocimientos prácticos proponemos realizar pruebas que permitan demostrar el dominio del lenguaje gráfico estudiado, además de controlar la labor de los alumnos durante el curso en las prácticas, que deberán ser realizadas en principio con el límite de tiempo especificado en la temporalización para su entrega y corrección, y que posteriormente los alumnos deberán mejorar o repetir para la entrega final del curso de la carpeta de láminas realizadas.
Al finalizar cada cuatrimestre se realizará un examen teórico y otro práctico, debiendo acudir al examen final los alumnos que no superen alguna de las pruebas, es decir recuperando cada alumno en dicho examen final la parte que tenga suspendida. De esta forma, para obtener la calificación final de la parte teórica se tendrán en cuenta los dos exámenes parciales o el final de recuperación correspondiente y la nota del bloc de croquización de clase, mientras que para la obtención de la nota final de la parte práctica, se contará con los dos exámenes parciales o el final correspondiente, las notas de las prácticas realizadas en clase y la nota de la carpeta de prácticas entregada al final del curso, lo cual entendemos que nos permite valorar adecuadamente la trayectoria de cada alumno, de una manera bastante objetiva por dicha cantidad de pruebas y de datos.